Entonces Fiel, acercándose otra vez a Locuacidad, le dijo: |
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| Vamos ¿Que tal va ahora? | |
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| Gracias, bien; aunque yo esperaba que hubiésemos hablado mucho más. | |
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| Si usted quiere, nos dedicaremos a ello ahora, puesto que usted dejaba a mi elección proponer el asunto, propongo éste: ¿Cómo se manifiesta la gracia salvadora de Dios cuando existe en el corazón del hombre? | |
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| Es decir, que vamos a hablar sobre el poder de la gracia. Excelente cuestión, y estoy muy dispuesto a responder a usted; he aquí en breve mi respuesta: 1º Cuando existe la gracia de Dios en el corazón, causa en él un gran clamor contra el pecado. 2°... | |
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| Vamos despacio: consideremos cada cosa por sí sola. Me parece que debe usted decir más bien que se muestra inclinando al alma a aborrecer el pecado. | |
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| ¿Y qué? ¿Qué diferencia hay entre clamor contra el pecado y odiarlo? | |
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