Mientras tanto, Fiel hablaba con Locuacidad |
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| Bueno; vamos ahora a girar nuestra conversación sobre un tema particular. | |
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| Sobre lo que usted quiera; hablaré de cosas celestiales o de cosas terrenales, de cosas morales o cosas evangélicas, de cosas sagradas o profanas, de cosas pasadas o venideras, de cosas extranjeras o del país, de cosas más esenciales o más accidentales. Y siempre con la condición de que todo se haga para provecho. | |
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Fiel se maravilló y acercándose a Cristiano, y le dijo: |
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| Qué buen compañero hemos encontrado; de seguro este hombre será un excelente peregrino! | |
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| Este hombre de quien estás tan agradado es capaz de engañar con esa lengua a una veintena de los que no le conozcan. | |
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Cristiano comenzó a decirle todo lo que él sabía sobre ese hombre y dijo |
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| Es hijo de un tal Bien-Hablado, y tenía su casa en el callejón Parlería, y sus amigos le conocen con nombre de Locuacidad; pero, a pesar de su agraciada lengua, es persona de poco más o menos. | |
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