Suárez está muy enojado. El también no es un genio. El pide sus artefactos. Pero Francisco es un hablador formidable. |
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| Bueno, Francisco. Mis clientes son impacientes. Tráigame las figurillas en el próximo vuelo. | |
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Desgraciadamente, Suarez no entiende que Francisco quiere evadirlo. El es un poco sencillo en la cabeza. |
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| Lo sentimos Suárez. Nosotros no le podemos dar las figurillas todavía. ¡Pero prepara para los dólares! ¿Quizás usted puede esperar un poco más? | |
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Finalmente, Suarez pierde el juicio. El nunca recobra sus figurillas, y su mundo llega a ser una pesadilla triste. El vivió una vida terrible. |
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| Perdone, señor. ¿Cuánto cuestan las toronjas? | |
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| ¡Yo todavía le quiero, Suarez! | |
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