| Así corrió la vida hasta un anochecer en el bazar de Guadalupe. La tía Charo había pasado la tarde lidiando con las chaquiras de un cinturón y como no tenía nada nuevo que contar se limitó a oír. |
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 | ¿Por qué? | |
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| Charo, ¿tú conoces al padre español de la iglesia de San Javier? | |
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| Porque dicen que no es padre, que es un republicano mentiroso que llegó con los asilados por Cárdenas y como no 16 encontró trabajo de poeta, inventó que era padre y que sus papeles se habían quemado, junto con la iglesia de su pueblo, cuando llegaron los comunistas. | |
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| El padre español es un hombre devoto, gran católico, incapaz de mentir. Yo vi la carta con que el Vaticano lo envió a ver al párroco de San Javier. Que el pobre viejito se haya estado muriendo cuando llegó, no es culpa suya, no le dio tiempo de presentarlo. Pero de que lo mandaron, lo mandaron. No iba yo a hacer mi confesor a un farsante. | |
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| Molesta debido a los comentarios de la señora, Charo se retira. |
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| Está bien, no me creas, ya me retiraré! | |
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| Que tonterias dices mujer, a leguas se ve que es un farsante! | |
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