| Aproximadamente en el año 1840... |
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 | Esos trenes son lo mejor que nos ha pasado. ¡Nada de caminar por horas para ir por agua! | |
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| ¡Yo hasta pude cambiar mi ropa! Se ve igual a la anterior pero está nuevecita nuevecita. | |
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| Mientras tanto, con la Reina... |
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| Padre, creo que ganó ésta apuesta. Yo creía que no pasaría a mayores. | |
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| Aunque nos cueste admitirlo, éstos cambios ayudan... No a la Iglesia, pero sí en general... Ahora pensaré que ha sido una desgracia para el cristanismo. | |
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| Volviendo con el chino que se fue de vacaciones gracias a los trenes y a su fábrica de textiles... |
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| Y que agala y que me dice -"No cleo que sea buena idea lo de tu máquina de hilal"- y que agalo y que le digo- "ya es un éxito. ¿Qué te paleció, pela?" | |
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| Creo que exageraste esa última parte, pero al menos ahora hay ropa y viajes más baratos. | |
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