En pleno desierto, Alejandra Venenito se encuentra con Monseñor Benedicto. |
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 | Uf, ¡Qué calor! |  |
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 | ¿Quiere un traguito de mi refresco milagroso? |  |
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 | Pues no te voy a decir que no. Me muero de sed. |  |
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 | Pues beba, beba, que ya verá como se le pasa la sed para siempre... Así, pronto te reunirás con el Jefe... |  |
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En las noticias de las tres... |
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 | Aparece muerto Monseñor Benedicto, en extrañas circunstancias en pleno desierto. |  |
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 | Seguro que fue Alejandra Venenito. Y no hay forma de pillarla... |  |
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